Más allá de cualquier denominación, al margen de la noción de presencia,
al margen de su sumisión, se apoya inmóvil, parece añorar, precisamente lo que más,
su aire, la presencia, el contraste entre la oscuridad y el brillo.
Una sola cosa podría, entonces, rescatar su vida, aunque sea por sólo un momento, el momento perfecto, cuando la sombra se funde con la luz.-