Firme en el horizonte, con su caminar sediento dejándose arrastrar por la arena del reloj,
perdurando al margen del tiempo,
a pesar de la incidencia de los rayos de sol, de las lagrimas de salitre atlántica
que le dejan el alma seca y cicatrices abiertas en sus piedras de arenas doradas.
Pero ahí está empapando los recuerdos de otros tiempos.
El color del tiempo que anida en su alma, como espejo del pasado que no puede mentir en su reflejo.
1 comentarios:
Molto bella!
Ermanno
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