Pontevedra (08-07-10)
Dos caras de una misma moneda. Libertad y prisión. Vida y muerte.
Frágil estructura, curvas llenas de armonía, capaz de mantener una vida dentro del mar.
Así es esta concha, que ahora no es nada.
Aquí presa, húmeda, se desvanece su libertad, frágil a merced de los elementos.
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